UN CENTAVO
Un hombre quería entender a Dios y por eso vino ante Él a preguntarle:
- "Señor, ¿qué es un millón de años para ti?” Dios le contestó:
-"Un millón de años es como un minuto". Entonces el hombre le dijo:
-"Dios, ¿cuánto es un millón de dólares para ti?” Dios le contestó:
-"Un millón de dólares es como un centavo". El hombre pensó un ratito y dijo:
- "Dios, ¿podrías darme un centavo?” Y Dios respondió:
-¡Cómo no! Espérate un minuto…
UN PASTOR Y UN TAXISTA
Al morir y llegar al cielo un pastor y un taxista, son llevados a sus eternas moradas, el pastor ve con asombro como al taxista se le instalaba una casa con piscina, cancha de tenis y muchas cosas, mientras a él se le daba una casita media agua.
El pastor furioso dice -¿Señor, pero que es esto? ¡Toda mi vida yo prediqué tu palabra sobre la tierra y mira lo que me haces!
-Cuando tu predicabas yo solo escuchaba gente roncar, ¡pero hubieses visto con qué fervor la gente oraba cuando manejaba este! (juan 14:2)
LA COSTILLA
Un niño de cinco años aprendió sobre la creación en la escuela dominical. Aprendió que Dios creó al hombre (Adán) y a la mujer (Eva) de la costilla del hombre. La siguiente semana se le presentó un dolor al niño en el costado. Su mamá le preguntó que le pasaba, y él le contestó, "Creo que voy a tener una esposa." (genesis 2:22)
LAS MONEDAS VAN AL CIELO
Ocurre que se murió la moneda de $100, y llegó al cielo y Dios le dice: “Entra al gozo de tu Señor”; también murió la moneda de $50, y la de $10; y tuvieron acogida en el cielo. Murió también el billete de $10.000 y se presentó en el cielo y Dios le dice: “Tú no puedes entrar” Muy asombrado el billete exclama: “¿P-pe-pero... por qué?” y Él le respondió: “Porque nunca te vi en la Iglesia
LA VICTORIA
En una iglesia cristiana se congregaban unos jóvenes que eran super carnales, y también ahí mismo se congregaba una mujer muy hermosa llamada “Victoria”. El pastor al terminar el sermón preguntó: ¿Cuántos quieren la victoria? los jóvenes al escuchar tal pregunta saltaron de sus sillas gritando: ¡Yo!, ¡Yo!, ¡Yo!
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