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Si seguimos siendo fieles a Dios, eventualmente llegaremos a donde Dios quiere que estemos.
Pablo nos dice sencillamente qué es lo que elige Dios, y por qué. Dice que elige lo que para el mundo es tonto, para avergonzar a los sabios; y lo que el mundo llama débil, para avergonzar a los fuertes.
Estoy tan contenta de que esto me indica que Dios deliberadamente me escogió a mí. No me obtuvo por casualidad. Nadie lo obligó a tomarme en este ministerio, porque no había nadie más que quisiera hacerlo.
La gente mira lo exterior, pero Dios mira el corazón. Su elección no se basa en el aspecto personal, la educación o las posesiones, y ni siquiera en nuestros talentos. Se basa en la actitud de nuestro corazón, y en si estamos dispuestos a cumplir apenas un puñado de requisitos para ser utilizados por Dios. |
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