Hace ya varios años atras (en mis 20's) me encontraba en casa soñando con la posibilidad de algun día poder ir a los Estados Unidos con el propósito de aprender el idioma ingles. (Desde pequeño esto fue algo que siempre llamó mi atención) y esto se intensificaba cuando por alli algun primo con posibilidades era enviado por mis tíos al extranjero. Pero esto parecía practicamente imposible para mi ya que las circunstancias me recordaban a diario que solo un milagro podía ayudarme debido a la dificil situación económica por la que pasabamos en casa.
Un buen día un grupo de jóvenes estudiantes provenientes de la ciudad de Tulsa, Oklahoma vinieron a mi ciudad en plan misionero representando su escuela "Oral Roberts University". Durante el tiempo que ellos estuvieron en mi ciudad (Chihuahua) y en mi iglesia tuve la oportunidad de servirles y apoyarles. Al final de su estadía los llevé a la central de autobuses y ellos al despedirse me rodearon y empezaron a poner dinero en la pequeña bolsa de mi camisa (en ese momento me arrepentí de no haber llevado una playera bolsa de canguro que en esos días tenía), entonces el líder me dijo: ¡Vé a visitarnos, te esperamos!!
Dos meses después tuve la oportunidad de visitarlos y estaba sorprendido pues este lugar superaba lo que yo me había imaginado y por si fuera poco era un lugar cristiano.
El último día de mi estancia me fuí a un lugar alto, a solas en donde podía contemplar las instalaciones y a la gente, para entonces me encontraba llorando en silencio, hablando con Dios diciendole: "Si me concedes estar en este lugar y abres puertas para que pueda estudiar en esta universidad, estaría dispuesto a trabajar tan duro que sería capaz de limpiar todos los baños de esta escuela". Tres meses despues me encontraba ya residiendo en Tulsa y formando parte del grupo estudiantil de la Universidad en el Instituto de Ingles y trabajando también ¿a que no saben haciendo qué?, LAVANDO BAÑOS. Desde entonces entendí que Dios se toma muy en serio nuestras palabras.
El punto de todo es que recuerdo muy bien que para mi no había nada mejor que lavar baños, lo hacía con un gusto y con un placer (aunque suene ridiculo) que por casi todos los pisos del edificio se podía escuchar mis chiflidos (silbidos) de gusto al estar yo trabajando, "No me avergonzaba".
Pienso yo lo hacía por tres cosas:
1. Obviamente no esperaba yo un puesto directivo o de gerente al frente de una computadora, ya que no sabía ni papa de inglés.
2. Necesitaba trabajar, era mi realidad y ésta era la única manera de cumplir mi sueño.
3. Estaba mi palabra de por medio para con Dios.
¿Cuántos de nosotros le pedimos algo a Dios?, y le dijimos que si el nos lo concedía estaríamos dispuestos a pagar el precio que fuese y el en su gracia nos lo concede. Pero al pasar de los meses y/o años sin darte cuenta estas quejando porque estas lavando baños o porque según tu "eres el único que trabaja" o que "ya no estas para esas cosas" etc, etc, etc. Te encuentras quejandote por el precio que según tu estabas dispuesto a pagar.
Jamás se nos olvide de donde nos sacó Dios y todas las bendiciones que hemos recibido de parte de El Y UBICATE. Deja de quejarte por tu situación actual y paga el precio con buena actitud, DISFRUTALO......¡HA!!! y recuerda, hagas lo que hagas hazlo silbando.
Sin duda Dios te llevará a algo mejor despues de esto.